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En los bananales de Guápiles, Limón, una pequeña planta rastrera llamada Geophila macropoda, conocida localmente como “oreja de ratón”, podría estar marcando la diferencia entre suelos fértiles y tierras erosionadas. Un estudio realizado por Jimmy Murillo, Víctor Hugo Méndez-Estrada y Steven Brenes Prendas analizó el impacto de esta planta como cobertura vegetal en la lucha contra la erosión hídrica en cultivos de banano.

¿Cuál era el problema?
La producción bananera en Costa Rica ha traído desarrollo, pero también graves consecuencias ambientales: deforestación, contaminación de ríos y erosión del suelo. Esta última ocurre cuando las lluvias arrastran partículas del suelo desnudo, afectando la productividad agrícola y contaminando cuerpos de agua.

¿Qué hicieron los investigadores?
Eligieron seis parcelas en una finca bananera: tres con cobertura de Geophila macropoda y tres sin ella, en suelos de tres clases distintas. Durante tres meses (junio-agosto), colocaron trampas para recolectar sedimentos erosionados y midieron semanalmente la cantidad de suelo perdido. También registraron las precipitaciones y analizaron el tipo y cantidad de malezas presentes.

¿Qué encontraron?
La diferencia fue clara: los suelos sin cobertura vegetal perdieron en promedio 1,43 toneladas de suelo por hectárea al año, mientras que los cubiertos con Geophila macropoda solo perdieron 0,40 toneladas. Además, los suelos con esta planta necesitaron menos aplicaciones de herbicidas, reduciendo los costos de control de malezas de $126 a apenas $18 por hectárea.

¿Por qué es importante?
Este estudio demuestra que una planta considerada “maleza” puede convertirse en aliada de la agricultura sostenible. La planta Geophila macropoda no solo protege el suelo de la erosión, sino que también reduce la necesidad de químicos, mejora la biodiversidad y conserva la humedad. Su uso podría transformar prácticas agrícolas en zonas tropicales, haciendo los cultivos más resilientes y menos contaminantes.

En resumen, la “oreja de ratón” no es solo una planta silvestre del continente americano: es una solución verde, económica y eficaz para proteger los suelos bananeros de Costa Rica. Una muestra de cómo la naturaleza, bien gestionada, puede ser la mejor tecnología disponible.

Imágenes utilizadas bajo licencia Creative Commons:

Geophila macropoda

Referencia:

Murillo, J., Méndez-Estrada, V. H., & Brenes, S. (2016). Efecto de Geophila macropoda (Rubiaceae) como arvense de cobertura en la erosión hídrica en bananales de Guápiles, Limón, Costa Rica. Cuadernos de Investigación UNED, 8(2), 217-223 https://doi.org/10.22458/urj.v8i2.1564