Autor: Julián Monge Nájera, Ecólogo y Fotógrafo 

 

En los bosques nublados de Costa Rica, habita un caracol extraordinario, cuyo comportamiento recuerda unas veces a los murciélagos, otras veces a los gatos domésticos. Su supervivencia parece probable gracias al programa de producción hidroeléctrica de Costa Rica, uno de los países más avanzados del mundo en neutralidad del carbono.

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El caracol murciélago” de Costa Rica. Fotografía: Zaidett Barrientos Llosa.

Los caracoles no tienen una piel seca que los proteja de la deshidratación, y necesitan mucha agua para producir la sustancia gelatinosa sobre la cual se deslizan. Hacen de todo para conservar la humedad: sus conchas suelen ser de colores claro y por ello se calientan poco; además, evitan el paso del agua; prefieren activarse de noche o cuando la humedad es alta tras las lluvias, y en caso de necesidad, sellan su concha, sea con una tapa calcárea (opérculo) o con una membrana temporal (epifragma). Sus parientes, las babosas, pueden producir un capullo mucoso que cubren con musgo y tierra.

El caracol Tikoconus costarricanus tiene una técnica adicional para conservar la valiosa humedad. La bióloga costarricense Zaidett Barrientos lo estudió en la Reserva Forestal Río Macho, provincia de Cartago (mantenida como seguridad acuífera por el Instituto Costarricense de Electricidad) y observó algo que nadie había visto: el caracol estaba colgado como un murciélago¹. 

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Caracol costarricense colgado de la parte de abajo de una hoja. Fotografía: Zaidett Barrientos Llosa.

Tras años de trabajo, pudo entender lo que ocurría: cuando baja la humedad a cierta hora del día, el caracol comienza a recogerse, metiendo los tentáculos y separando del suelo la parte delantera de su “pie” (en este caso, el “suelo” es la parte inferior de la hoja, a la cual está adherido). Queda así colgando apenas de la parte trasera del pie, y se envuelve en su manto como lo haría una persona con una manta en una noche fría. Así, el caracol entra en un estado de adormecimiento en que solo se nota su respiración, y permanece inmóvil hasta que la humedad regresa, generalmente después de algunas horas¹.

Para activarse, sigue la secuencia opuesta, supongo que porque los caracoles no tienden a complicase sin necesidad: al fin y al cabo, siempre han sido vistos por los humanos como un ejemplo de paciencia y tranquilidad.

Si quieren ver este comportamiento increíble, ¡el artículo incluye varios videoshttps://revistas.uned.ac.cr/index.php/cuadernos/article/view/2802

Pero acá no acaba el comportamiento interesante de este pequeño animal, descendiente de un grupo que existía 500 millones años antes de que los humanos llegáramos a este hermoso mundo.

Desde el punto de vista de estos caracoles, sus enemigos pueden ser enormes, pequeños como ellos, o invisibles. Casi no sabemos nada de los enemigos de Tikoconus costarricanus, pero seguramente incluyen especies grandes como pájaros y lagartijas, que se los comen; pequeños, como las moscas parasitoides y las planarias, que también se los podrían comer; o invisibles como tremátodos, nemátodos y protozoos parásitos, los cuales los podrían enfermar. Queda pendiente estudiar todo esto.

Puedo imaginar lo triste de ver acercarse a un enemigo y no poder escapar con rapidez, dada la lentitud natural de los caracoles; pero no Tikoconus costarricanus, ¡esta especie puede desaparecer a una velocidad espectacular!

Según descubrió Barrientos, en caso de peligro, el caracol se contorsiona violentamente, desprendiéndose de la hoja y cayendo en un instante al suelo del bosque, donde queda oculto en algún lugar de la densa hojarasca donde resulta casi imposible encontrarlo¹.

Y, ¿por qué dije que también nos recuerda a los gatos?

Porque Tikoconus costarricanus se limpia con su lengua, tal y como lo hacen los gatos. Esto seguramente lo protege de hongos y bacterias, igual que a nosotros el baño nos protege de muchos patógenos de la piel¹. Tal vez otros caracoles también lo hacen, pero hasta ahora nadie había tenido el esmero de estudiarlo y publicarlo, como lo hizo esta bióloga costarricense. ¿Cuántos secretos sorprendentes más guardará este pequeño molusco tropical?

*Editado por Katherine Bonilla y Carolina Seas.

Publicado originalmente en Blog Biología Tropical: 20 de agosto 2020

REFERENCIAS

¹ Barrientos, Z. (2020). A new aestivation strategy for land molluscs: hanging upside down like bats. UNED Research Journal12(1), e2802-e2802.