El Parque Nacional Santa Rosa vive diversas transformaciones a través del año, ya que es un bosque seco tropical. Sabemos que en verano muchos árboles pierden sus hojas y al iniciar las lluvias poco a poco el verdor vuelve a sus ramas.
El cambio es gradual, para muchos pasa casi por desapercibido. Para otras personas, cada cambio, cada hoja que se torna seca y cae al suelo, y cada retoño es un momento mágico. Una de estas personas es Francisco Felipe Pizarro Morales, funcionario del Programa de Turismo del Área de Conservación Guanacaste, quien además es entusiasta de la fotografía. A través de su lente ha logrado captar en pocas imágenes, lo que toma todo un año en transcurrir. Felipe toma fotografías en un sitio fijo durante los diferentes meses del año, y así captura la magia del constante cambio que vive el bosque seco tropical.
“El bosque seco tropical siempre tiene algo diferente que mostrarnos, siempre cambiante, siempre maravilloso”.
Para Felipe es un honor hacer este trabajo fotográfico, y resume el eterno y constante cambio en cuatro momentos claves: abril cuando la época seca está en su clímax; mayo cuando las primeras lluvias caen; octubre cuando la época lluviosa es más intensa; y enero que marca el inicio de un nuevo ciclo. “Estas son las vestimentas del Parque Nacional Santa Rosa”, así lo detalla Felipe a los turistas que visitan la casona de Santa Rosa, en donde expone algunas de sus fotografías al público visitante.
“Me fascina compartir estas fotografías y con ellas maravillar a las personas sobre la magia del cambio constante".
Felipe invita a todas las personas a contemplar con detenimiento y a profundidad lo que no salta a simple vista. El bosque guanacasteco se adapta a las condiciones extremas que significan las altas temperaturas de abril (hasta 40oC). Aún entonces, se mantiene lleno de biodiversidad. La sed por vida se sacia con las lluvias y el bosque explota en crecimiento y reproducción. Con sus fotografías Felipe también resalta que aunque la vida siempre continúa su camino, existen amenazas como la cacería, la tala y el cambio climático que ponen en peligro el hermoso balance que ha evolucionado hasta el día de hoy. Ese balance que maravilla tanto a quienes lo observan día a día como a quienes lo visitan una vez en su vida.
Durante la pandemia actual, el Parque Nacional Santa Rosa, se encuentra cerrado. A través de las fotografías de Felipe, podemos disfrutar de los paisajes y los secretos de este sitio tan especial, declarado Patrimonio Natural de la Humanidad. En la pausa que ha significado esta cuarentena mundial, Felipe nos exhorta a reflexionar sobre como podemos contribuir cada uno y cada una de nosotras a la conservación del bosque y del planeta madre de la vida.
Redacción: Elena Vargas Fonseca
Fotografías: Francisco Felipe Pizarro Morales