La ausencia de un ejército en Costa Rica, es parte de la identidad cultural de los y las costarricenses. Su abolición es un hito que nos llena de orgullo desde 1948, un año que vio suceder la última guerra civil de nuestro país. Anterior a ese histórico año, se recuerda a la batalla de Santa Rosa y la hazaña de Rivas, como eventos en el que el pueblo de Costa Rica, combatió la invasión de los filibusteros estadounidenses. Pero hay un combate que no se menciona en nuestras clases de historia. 

Se trata de un combate que sucedió en 1877, cuando el ejército e incluso la iglesia católica, con oraciones y demás, se dieron a la tarea de atacar la plaga de langostas que se propagó por todo el país, causando graves daños a las y los agricultores de todas las provincias. Este evento fue estudiado por los investigadores Ronald Eduardo Díaz Bolaños, Eric Alfaro Martínez y Leninger Leitón Gutiérrez, de la Universidad Estatal a Distancia y la Universidad de Costa Rica. Estos científicos estudiaron los archivos nacionales que relatan sobre la plaga de langostas que atacó al país en el siglo XIX. Su estudio concluye que el fenómeno del Niño de 1877, generó las condiciones perfectas para que las langostas se propagaran por todo el Corredor Seco Centroamericano. 

Para conocer todos los detalles de este estudio sigue el enlace: https://revistas.uned.ac.cr/index.php/cuadernos/article/view/2200/3016
Redacción: Elena Vargas Fonseca
Fotografía: gob.mx /senasica