Las cáscaras de naranja y en general los cítricos, representan un reto para el manejo de los desechos orgánicos. En general no se recomienda agregarlas en las composteras caseras ni al lombricompost, ya que son muy ácidas, y pueden afectar a los organismos que viven en estos medios.
Estos organismos incluyen, lombrices, larvas de insectos, bacterias y hongos, y son los responsables por convertir los desechos orgánicos en compost.
“Las naranjas no se deben agregar a las composteras caseras ni al lombricompost, ya que son muy ácidas”
Ahora a nivel regional el reto es aún mayor. La cantidad de cáscaras de cítricos que llegan a los rellenos sanitarios es inmensa, y generan lixiviados que pueden llegar a contaminar las fuentes de agua aledañas.
Un grupo de investigadores de la ciudad de Puebla, México, han emprendido un proyecto para conocer el potencial que tienen los desechos de cáscaras de naranja, para la producción de aceite esencial. El aceite esencial de cáscara de naranja tiene usos en la industria química, alimenticia, farmacéutica, perfumería y agronómica. Estos investigadores están interesados en conocer más sobre la actividad antimicrobiana del aceite de cáscara de naranja, pero no de cualquier cáscara, sino de aquellas que son desechadas por la industria después de haberse extraído su jugo, o sea las cáscaras residuales.
“El aceite esencial de naranjas presenta actividad antimicrobiana”
Los investigadores encontraron que las cáscaras de naranja desechadas por los comercios ambulantes, aún contienen gran cantidad de aceites esenciales que pueden ser aprovechados por distintas industrias, e incluso presenta compuestos que le otorgan actividad antimicrobiana contra bacterias y hongos.
Por ello, este estudio es de gran interés, ya que aporta ideas para la solución del reto que significan las cáscaras de naranja en el manejo de los desechos orgánicos a nivel regional y mundial.
Para conocer todos los detalles sobre su estudio, recientemente publicado en Cuadernos de Investigación UNED, sigue este enlace:
http://investiga.uned.ac.cr/revistas/index.php/cuadernos/article/view/2175/2591
Redacción: Elena Vargas Fonseca
Créditos Fotografía 1: Jeremy Bishop en Unsplash,
Créditos Fotografía 2: Dereckson en Wikimedia commons