La educación ambiental es llevada a cabo por una variedad de entidades: instituciones del gobierno, como las escuelas y colegios en donde el docente debe impartir un currículum a sus estudiantes, o las universidades, que realizan actividades de extensión hacia las comunidades. Por otra parte, tenemos numerosas organizaciones no gubernamentales que realizan actividades de educación ambiental, en algunos casos enmarcadas en programas estructurados y en otros casos de forma informal. 

Todos estos esfuerzos contribuyen a la formación de nuevos conocimientos, valores, y/o hábitos, pero en muy pocas ocasiones se sistematiza el esfuerzo de forma que podamos medir el impacto de las actividades educativas. Esto es de gran importancia, ya que las experiencias de un educador son de gran utilidad para el resto de la comunidad. Compartir aquello que funcionó mejor, e incluso lo que no funcionó, nos permite ir mejorando las herramientas que se utilizan en la educación ambiental. 

 

¿Cómo se llevan a cabo este tipo de mediciones?

Un muy buen ejemplo, lo podemos encontrar en la reciente publicación de Esteban Salazar Acuña y Yesenia López García. Estos educadores ambientales e investigadores, evaluaron el nivel de conocimiento de los estudiantes, antes y después de las actividades educativas. Además contaban con un grupo control, el cual no participó en las actividades, de forma que funcionan como un referente neutro. 

 

Los conocimientos, valores y actitudes positivas hacia el ambiente fueron mayores en los estudiantes que participaron en actividades educativas

 

Los resultados de este estudio demuestran que la educación ambiental rinde frutos: los conocimientos, valores y actitudes positivas hacia el ambiente fueron mayores en los estudiantes que participaron en actividades educativas. Los docentes se mostraron muy satisfechos con el programa realizado y su mayor recomendación fue incrementar el número de actividades para cosechar aún mejores frutos. Puedes leer el estudio completo en el siguiente enlace:

 

http://investiga.uned.ac.cr/revistas/index.php/cuadernos/article/view/2164/2546

 

Redacción: Elena Vargas Fonseca

Créditos de la fotografía: Yesenia López García