Una nueva rama de la ecología se desarrolla en medio de los automóviles y los transeúntes de las ciudades, y en Costa Rica, esta rama de la ciencia ni siquiera es nueva: los primeros ecólogos urbanos comenzaron su trabajo en la ciudad de San José, en la década de 1950.

 

 

 

 

 

 

 

Los primeros habitantes de Costa Rica tenían un conocimiento íntimo de la flora y la fauna de sus aldeas, el cual compartieron con el naturalista español Gonzalo Fernández de Oviedo y Valdés durante su estadía en Nicoya en 1529.  

Casi cuatro siglos después, los primeros naturalistas suizos y costarricenses que iniciaron la historia natural costarricense a fines del siglo 19, catalogaron muchas especies de animales y plantas de la ciudad de San José y otras poblaciones. 

Se inició con el estudio de las moscas de la ciudad

Sin embargo, sus aportes no cumplen el requisito de centrarse en las relaciones entre organismos y ambiente de pueblos y ciudades, propio de la ecología urbana, por lo que la historia de la ecología urbana propiamente dicha solo inicia en Costa Rica en la década de 1950, cuando los parasitólogos costarricenses comenzaron a estudiar científicamente las interrelaciones entre ambiente, hospederos y parásitos. Un buen ejemplo es el estudio de Róger Bolaños sobre el micro-ecosistema de las moscas en la ciudad de San José

 

 

 

 

 

 

 

Los árboles urbanos fueron muy estudiados por la ecología urbana en la década de 1960.

A mediados de la década de 1960, Luis Fournier Origgi inició una etapa nueva con sus estudios sobre adaptaciones de los árboles urbanos a los ciclos climáticos, estudios que continuó por varias décadas, agregándoles el efecto de la contaminación atmosférica sobre los líquenes, la pérdida de área cafetalera ante el crecimientode la ciudad, y la importancia de las zonas verdes urbanas para conservar la biodiversidad.

El estudio de las aves urbanas tuvo un auge en la década de 1990.

La siguiente etapa corresponde a los aportes sobre aves urbanas que se volvieron frecuentes en la década de 1990, por ejemplo, el estudio de Gary Stiles, hecho por 20 años desde la ventana de su oficina en la Universidad de Costa Rica, sobre la cambiante avifauna del campus Rodrigo Facio. Lamentablemente, muchos estudios de esa época son de difícil consulta por estar sin publicar.

 

 

 

 

 

El primer laboratorio de ecología urbana de América Latina fue fundado en 2008 por la bióloga costarricense Zaidett Barrientos Llosa.

Finalmente, la cuarta etapa inicia en julio del 2008 con la creación del Laboratorio de Ecología Urbana, entrando la disciplina en una etapa en la cual, en lugar de estudios aislados, se trabaja de manera coordinada y sistemática a nivel nacional e internacional. El laboratorio fundado en julio del 2008 por la bióloga Zaidett Barrientos Llosa, está ubicado en la Universidad Estatal a Distancia, y es el segundo en el mundo por antigüedad, superado únicamente por el de la Universidad de Washington.

Redacción: Julián Monge Najera

Fotografías 1, 2 y 3: Wikimedia.org

Fotografía 4: Evelyn Gutiérrez Soto