Para la mayoría, una palabra para dominguear: ornitocoria, que se define como la dispersión de semillas vegetales por medio de las aves en su pico, plumas, patas, intestinos y/o escretas. Y para aquellos científicos que lo estudian, es un fenómeno que necesita ser analizado a mayor profundidad. Este es el caso de un grupo de investigadores de la Universidad Estatal a Distancia, quienes estudiaron la ornitocoria en la cuenca del río Torres. Para ser más exactos, ellos estudiaron las excretas de las aves que residen en este bosque ribereño, y así conocer más a fondo el proceso de dispersión de semillas.
¿Por qué es importante entender los procesos de ornitocoria?
La dispersión de semillas por medio de las aves, es uno de los factores que permiten la regeneración del bosque, ya que de esta forma las semillas pueden viajar largas distancias o cruzar montañas que de otra forma no hubiese sido posible. Así por ejemplo, una especie de árbol que se encontraba en el bosque puede llegar a crecer en un pastizal e iniciar un proceso de regeneración natural. O una especie de arbusto que crecía río abajo puede llegar a colonizar espacios río arriba, cosa que no podría suceder si la dispersión de semillas se diera solamente por medio del agua. Incluso hay algunas semillas que germinan mejor, una vez que han pasado por el tracto digestivo de una aliada voladora.
En este estudio, los investigadores se enfocaron en los bosque ribereños, que son aquellos bosques ubicados en las orillas de los ríos, y que gracias a la protección que gozan por medio de la legislación costarricense, es uno de los ecosistemas naturales que sobrevive dentro del casco metropolitano. La pregunta de oro es, ¿cómo se recolectan las excretas de las aves, y al mismo tiempo saber de cuál especie provino la muestra? En este caso, se utilizaron redes de niebla para atrapar a las aves, y en el proceso es común que estas evacúen sus intestinos, momento que se aprovecha para recolectar las muestras necesarias. Estas se llevan al laboratorio y ahí ya puedes contarlas, identificarlas, e incluso germinarlas tranquilamente.
Y el “premio ornitocoria” es para….
De acuerdo a los resultados obtenidos, el ave que dispersa más semillas en el río Torres es el yigūirro (Turdus grayi). Otras 22 especies de aves también fueron identificadas como dispersoras de semillas, y un 70% de las excretas recolectadas contenían semillas que germinaron exitosamente.
Así que la próxima vez que veas un pájaro en el parque, ojalá puedes impresionar a quien te acompaña o romper el hielo con un extraño y decir casualmente “que importante es la ornitocoria, ¿verdad?”
Si quieres conocer el estudio completo sigue este enlace:
http://investiga.uned.ac.cr/revistas/index.php/cuadernos/article/view/2040/2329
Y para conocer más sobre el proyecto "Vulnerabilidad biofísica de la microcuenca del río Torres" puedes visitar su página web
Redacción: Elena Vargas Fonseca
Fotografías: Sergio Quesada Acuña