Doctorado Honoris Causa a la Dra. María Eugenia Bozzoli Vargas

Acuerdo tomado por el Consejo Universitario, en sesión 2880-2021, Art. V, inciso 1) celebrada el 21 de octubre del 2021Eugennia Bozzoli

Por su extraordinaria trayectoria como académica e investigadora, y por los valiosos aportes que le ha dado al país y a la Universidad como Miembro Externo del Consejo Universitario y en el Consejo Editorial de la EUNED



Semblanza de María Eugenia Bozzoli Vargas

María Eugenia Bozzoli Vargas (San Marcos de Tarrazú, 1935) se distingue en el quehacer académico de Costa Rica, y particularmente en de las ciencias sociales, por ser una figura pionera de la antropología en nuestro país, tanto en su dimensión docente como en la investigativa y en la aplicada; y por ser, además, la primera mujer en incursionar de una manera significativa y trascendente en estos importantes campos del conocimiento hasta entonces poco explorados y sistematizados.

Su formación académica inicia en la Universidad de Kansas, donde obtiene un Bachillerato en Sociología y Antropología en 1956. En 1960 obtiene la Maestría en Antropología en la misma universidad. En 1976 se titula de doctora en esta especialidad, esta vez en la Universidad de Georgia. En esta etapa de formación fungió como asistente del Museo de Historia Natural de la Universidad de Kansas (1953-1956) y de su Departamento Antropología (1957-1959).

En el campo académico ha sido forjadora de varias generaciones de profesionales, desde su ingreso en 1962 a la labor docente en la Universidad de Costa Rica (UCR) en las disciplinas de Antropología y Sociología, donde se ha desempeñado como Profesora Asociada, como Profesora Titular y como Catedrática a partir de 1975, hasta que por su alto desempeño académico recibe, en 1992, la distinción de Profesora Emérita de la Universidad de Costa Rica. Su labor docente también se ha extendido fuera de nuestras fronteras. En 1981 es nombrada profesora Fulbright para enseñar un curso sobre Indígenas de Centro América en Louisiana State University (Baton Rouge), y de 1990 a 1998 funge como Profesora Visitante (Hall Visiting Professor in the Humanities) en la Universidad de Kansas.



Con un quehacer docente de más de 50 años, la doctora Bozzoli ha impartido cursos en las siguientes disciplinas: Introducción a la Sociología; Introducción a las Ciencias Sociales; Antropología General; Antropología Cultural; Seminario en Antropología Estructural; Seminario en Antropología Lingüística; Etnología de los Aborígenes de América Central; Introducción a la Antropología; Antropología Médica; Etnohistoria; Antropología Social; Etnia y Clase en Centroamérica y el Caribe; Teoría y Práctica de la Antropología Sociocultural en Centroamérica; Desarrollo de la Teoría en la Antropología Sociocultural; Cultura y Desarrollo; Cambio Social y Cultural en Costa Rica; Migraciones y Fronteras en Centro América. Teorías Antropológicas contemporáneas. Además de tutorías de cursos y tesis en grado y posgrado.

A la par de su actividad docente y de investigación, María Eugenia Bozzoli Vargas ha ocupado importantes responsabilidades directivas en la Universidad de Costa Rica: Encargada de Sección, Subdirectora y Directora del Departamento de Ciencias del Hombre en la Escuela de Enfermería entre 1960 y 1975. Vicerrectora de Acción Social desde 1976 hasta 1981. Directora del Departamento de Antropología y Subdirectora de la Escuela de Antropología y Sociología entre 1982 y 1985. Miembro del Consejo Universitario de la UCR de 1984 a 1988 y Directora del mismo en 1985 y 1986.

Durante casi tres décadas, entre 1963 y 1991, realizó un meritorio trabajo de campo en un amplio espectro del territorio nacional en las especialidades de arqueología, antropología y desarrollo rural, destacándose la labor realizada en comunidades, asentamientos y espacios indígenas, particularmente de la cultura bibris. Muchos de estos trabajos fueron desarrollados como parte de proyectos sociales con otras entidades como IFAM, IMAS, ICE, MIDEPLAN y la Fundación Arias, en materias como desarrollo rural de la frontera sur (Golfito, Corredores, Coto Brus, Talamanca), pesca artesanal (Golfito), medicina indígena y tradición oral (Talamanca), entre otros.

Una faceta destacada del quehacer de la doctora Bozzoli Vargas ha sido sin lugar a dudas su participación en encuentros, seminarios y congresos en el campo de la antropología y las ciencias sociales, tanto de alcance nacional como de alcance internacional. Esta inagotable actividad pública mantenida desde 1960 hasta el presente ha sumado a su currículo profesional más de 70 eventos en el país y más de 50 verificados en otros países de América y en Europa, en la mayor parte de ellos en la condición de ponente, expositora o panelista.

Su extraordinaria contribución al conocimiento científico y a su difusión social es avalada por más de un centenar publicaciones de obras mayores y artículos científicos, aparecidos en prestigiosas revistas especializadas. Entre los libros se cuentan Costa Rica, Nicaragua y Panamá, 1930-1932: Álbum fotográfico de D. Tucker Brown (coautoría con Fernando González), EUNED, 2021; Excursiones a Guanacaste (1903-1922) y Golfo Dulce (1913) por José Fidel Tristán, EUNED, 2018, (Coeditora con Myrna Rojas); La mirada antropológica de María Eugenia Bozzoli. 1960-1985, (Olga Echeverría Murray y Margarita Bolaños Arquín, comp.) EUNED, 2015); Introducción al estudio del desarrollo de la Antropología centroamericana: 1880-2013, coautora con Margarita Bolaños Arquín, Editorial de la Universidad de Costa Rica, 2015; Traducción del libro de Stone, Doris Z. Las borucas de Costa Rica (Original: The Boruca of Costa Rica, 1949), Centro de Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural. Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica: Imprenta Nacional, 2013; Oí decir del usékar, EUNED, 2006; Los indígenas costarricenses en el siglo XXI: algunas perspectivas para la acción (En coautoría con Marcos Guevara Berger) Serie Ideario Costarricense, EUNED, 2002; El nacimiento y la muerte entre los bribris, Editorial de la Universidad de Costa Rica, 1979; y Localidades Indígenas Costarricenses (Segunda edición revisada y aumentada) EDUCA, 1975. Su extensa bibliografía se completa con más de 30 reseñas, prólogos y artículos de divulgación.

Por el reconocimiento nacional e internacional alcanzado, ha sido distinguida con la condición de miembro y parte directiva de más de una veintena de importantes organizaciones, en muchas de las cuales se ha mantenido hasta nuestros días, entre ellas: Academia de Geografía e Historia de Costa Rica, de la que ha sido Presidenta Honoraria por 17 años; Miembro Correspondiente de la Academia de Geografía e Historia de Guatemala, de la de Historia de Portugal, de la de Historia de España, de la de Geografía de México, y de la de Historia y Geografía de Honduras. Junta Administrativa del Museo Nacional. Comisión Nacional de Nomenclatura. Fellow de "Society for Applied Anthropology". Junta Directiva de la Comisión Nacional de Asuntos Indígenas. Junta Directiva de la Fundación Neotrópica. Miembro de Número de la Academia Morista Costarricense. Miembro Consejo Asesor del Programa de Libertad de Expresión y Derecho a la Información (PROLEDI), Universidad de Costa Rica.

Una parte sustancial de su proyección pública la ha realizado en la Universidad Estatal a Distancia, primero como Miembro Externo del Consejo Universitario, desde el 25 de mayo del 2000 hasta el 24 de mayo del 2005. Con esta condición coordinó numerosas comisiones y realizó aportes relacionados con la gestión académica, el fomento de las culturas aborígenes, la protección del ambiente y de los recursos naturales y el turismo sostenible, entre otros. En el 2003 fue designada como representante del Consejo Universitario en el Consejo Editorial de la UNED y en el 2008 como representante externa, condición que mantiene hasta la fecha. En el 2008 es electa como Presidenta del Consejo Editorial, cargo que ostenta hasta la actualidad. Con sus amplios conocimientos sobre la historia y del ser costarricense, ha impulsado colecciones dedicadas al rescate del patrimonio cultural del país, como Por los caminos de Costa, que ya cuenta con nueve volúmenes, y la colección del V Centenario de IV Viaje del Colón, con tres volúmenes.

Varias instituciones de renombre la han reconocido con numerosas menciones honoríficas y premios a su obra, entre los que se destacan cuatro importantes galardones:

• El Premio Malinowski del Año 2000, otorgado por la Sociedad de Antropología Aplicada de los Estados Unidos (Malinowski Award, The Society for Applied Anthropology).

• El Premio Magón, 2001, Premio Nacional de Cultura, otorgado por el Ministerio de Cultura, Juventud y Deportes de Costa Rica. Según los organizadores “el galardón le fue otorgado en reconocimiento a su trabajo de investigación, que pone en valor y visualiza la historia, la riqueza y el aporte cultural de los pueblos indígenas costarricenses. Así como por la contribución en el replanteamiento de la construcción de la identidad nacional, desde un carácter multiétnico y pluricultural.”

• La Medalla al Mérito en la Paz y la Democracia 2017, otorgada por el Presidente de la República en el marco del 69 Aniversario de la Abolición del Ejército, en reconocimiento a “una vida dedicada compromiso de construir y entender nuestra Patria”. En palabras del Presidente Solís “La brillante carrera académica y de investigación de doña María Eugenia, nos ha permitido conocer de nuestras poblaciones ancestrales, pero también de la conformación de nuestra sociedad desde el estudio en ámbitos como la arqueología, la sociología, la historia, la etnohistoria y la antropología lingüística. Docente por convicción. Investigadora profunda. Escritora fructífera. Sus aportes para seguir cimentando la paz y la democracia costarricense son fundamentales”.

• El Premio Rodrigo Facio Brenes 2018, otorgado por la Universidad de Costa Rica “por su destacada labor y aportes en diferentes campos, especialmente, en la defensa de los derechos de los pueblos indígenas”, según reza la resolución. En su texto indica: “El trabajo de la Dra. Bozzoli ha sido numeroso, amplio y diverso, ya que comprende la producción de conocimiento pionero en temas como los pueblos indígenas, el medio ambiente, la historia de la antropología centroamericana, la arqueología, los derechos humanos, la diversidad cultural y el patrimonio cultural”.

La Dra. Patricia Alvarenga Venutolo sintetiza magistralmente el aporte de María Eugenia Bozzoli Vargas a la antropología etnología costarricense desde su perspectiva epistemológica:

Desde finales de la década de 1960, Bozzoli trasciende tanto las narrativas descriptivas como los pesados marcos estructurales prevalecientes por entonces en las ciencias sociales para acercarse al mundo subjetivo, ubicándose en la dimensión de las percepciones y deteniéndose en la polisemia del lenguaje.

Ofrece nuevas panorámicas de la cultura a partir de sus propias dinámicas. Su obra ofrece una mirada crítica a las propuestas desarrollistas a partir de una reflexión sobre la forma en que el mundo bribri, su campo de estudio por excelencia, incorpora el territorio en su subjetividad como espacio en que se entrelazan las dimensiones afectivas y sacras. Asumiendo la cosmogonía indígena como inseparable de la realidad, busca acercar ese mundo prejuiciado que se autodenomina blanco, a la experiencia misma del indígena, presentándola como normal y comprensible. Es decir, en esta dirección se distancia de las visiones folclóricas en las que impera una alteridad misteriosa e inaccesible. Su obra convierte esa extrañeza en plenitud de sentido.

Sus narrativas antropológicas generan en el lector el deseo de conocer esos otros universos sociales invitando a mirarlos de otra manera, transmitiendo su voluntad de búsqueda de otros saberes ampliando los horizontes de las posibilidades vitales.

En la escritura de Bozzoli prevalece la preocupación por acercar esta pluralidad cultural a la “Costa Rica hegemónica”, la cual, tradicionalmente ha permanecido de espaldas a su suerte. Sus estudios con variantes teóricas y analíticas muy importantes a lo largo de su vida profesional tendrán un objetivo común: quebrar las asimétricas distancias culturales mediante una transformación radical del discurso prevaleciente sobre las otredades y, en particular, de las sociedades aborígenes. Un reto fundamental que cruza su textualidad consiste en visibilizar comunidades radicalmente distintas y, a la vez, crear estrategias para acercarlas a la sociedad hegemónica. En su narrativa conduce a los lectores a problematizar una mirada sobre la otredad desde la mismidad, desde los propios referentes culturales. Sus trabajos de la década de 1980 se sitúan en el corazón mismo de la cultura talamanqueña ofreciendo una visión desde dentro a partir de la exploración de sus referentes simbólicos. Mediante esta estrategia presenta dimensionalidades insospechadas de sociedades consideradas “salvajes”. Explorando los sentidos del cuerpo y sus vínculos con la concepción de la enfermedad y de la medicina, sus rituales en la apropiación de bienes naturales y procesados, el alto grado de especialización en las funciones ceremoniales, muestra que se trata sociedades “complejas” aunque en un sentido distinto al que atribuimos al término. Estas son, en sus propios términos, altamente simbólicas. Trazar los hilos de su cultura demanda de una lectura cuidadosa de ese mundo, ya no considerándolo como un conjunto de elementos dispersos, inconexos, sino más bien tejiendo las conexiones que dan sentido al mundo desde otro lugar.

Sus narrativas sobre el mundo indígena, fundadas en la autoridad del discurso académico, transmiten a la vez fascinación y respeto por el otro. Sutilmente la autora representando las formas de vida del indígena, lleva a sus lectores a cuestionar el discurso imperante para entonces el cual propone el proceso de aculturación como ruta inevitable que conduce a niveles superiores de vida. De tal forma, en su trabajo antropológico realizado en una época en que impera el discurso integracionista y desarrollista, esta extraordinaria antropóloga no solo se preocupa por la defensa de la existencia del mundo indígena sino también por hacernos conocer que este nos ofrece la maravillosa posibilidad de ampliar los estrechos horizontes desde los que hemos visualizado las posibilidades de cambio.


Esta semblanza fue elaborada por el Magister René Muiños Gual, ex director de la EUNED y Catedrático jubilado de la UNED, con la contribución de la Dra. Patricia Alvarenga Venutolo, Catedrática de la UCR y de la UNA.