Leonardo Picado, investigador del CIEI, fue uno de los tres funcionarios que llevaron a cabo el estudio.Funcionarios del Centro de Investigación y Evaluación Institucional (CIEI) presentaron al Plenario del Consejo Universitario, durante la sesión 2194-2012, celebrada el 13 setiembre anterior, los resultados de dos estudios que realizaron acerca de la Dirección de Extensión Universitaria (DIREXTU).

 

Se trata de las investigaciones Evaluación sobre la estructura funcional y gestión de la Dirección  de Extensión Universitaria de la UNED y Pertinencia social de las nuevas  áreas  de la Dirección de Extensión, estudios que se realizaron a inicios del 2011 en respuesta al acuerdo tomado por el Consejo Universitario en la sesión 2086-2011.

 

En relación con la primera investigación citada, los hallazgos evidencian que la estructura organizativa y la gestión generan dificultades en el logro de objetivos de la DIREXTU en particular y de la Universidad Estatal a Distancia (UNED) en general. De manera explicita el informe revela que "la poca claridad en su estructura funcional y organizacional ha promovido actividades dispersas de extensión, además que el enfoque que se tiene de la extensión es de generador recursos mediante la venta de servicios.

 

Por otro lado, afirma que no se tiene claro el rol y la responsabilidad del Consejo institucional y el Consejo  interno de extensión en los procesos de toma de decisiones, en torno a la extensión universitaria.

 

En este sentido, los funcionarios del CIEI recomiendan que esta instancia académica implemente un plan de mejora continua, centrado en dos niveles principales: visión estrategia, que incluye objetivos, funciones y alcances y la gestión interna e institucional.

 

Al indagar la pertinencia social de las dos nuevas  áreas de la Dirección de Extensión relacionadas con diversidad educativa y tecnología y comunicación, a la luz de los principios filosóficos y de las políticas institucionales en esta materia, se encontró que existe un desequilibrio entre la oferta de cursos y las iniciativas que parten de las necesidades específicas de las comunidades, las cuales se orientan, particularmente, hacia una educación abierta y no formal.

 

Tal desequilibrio se hace más evidente si se contrasta con lo establecido por el Consejo Institucional de Extensión, que indica que la extensión es el quehacer a partir del cual se establece un diálogo entre el conocimiento universitario y el de sus interlocutores.

 

 "No hay evidencia de que la extensión parte de las comunidades, sino que todo se gesta desde la sede central, aunado a lo anterior hay un deslinde entre la oferta de extensión y las políticas institucionales; por otro lado, la oferta es en extremo personalista, no solo de los dos programas en cuestión sino de todos los cursos", dijo Leonardo Picado, investigador del CIEI.

 

Por tanto, versa el informe, es necesario llevar adelante una línea de investigación que brinde información y recomendaciones de eventuales programas que fomenten la autogestión.

 

Como dato adicional, el investigador mencionó que de acuerdo con el artículo 5 del Reglamento de Gestión Académica, corresponde a las direcciones de Escuela realizar las gestiones para el diseño, producción, oferta y desarrollo de carreras y programas en el ámbito de pregrado, grado, posgrado y extensión. Destacó lo anterior, porque los programas en cuestión, no siguieron el proceso normado, sino que fueron creados desde la Dirección de Extensión.

 

Finalmente, la investigación reveló que instituciones como el Ministerio de Educación Pública (MEP), El Instituto Nacional de Aprendizaje (INA), el Colegio de Licenciados y Profesores (COLYPRO), varios colegios universitarios, así como universidades privadas ofertan cursos relacionados con la temática de diversidad educativa; por su parte, las instituciones mencionadas, más la empresa privada ofrecen cursos de tecnología y comunicación.

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