POR VELIA GOVAERE VICARIOLI
La zozobra social se ha ido convirtiendo en protagonista cotidiana de acontecimientos noticiosos. Sus manifestaciones existenciales son base de un deterioro democrático convertido en flagelo universal. Los descontentos, que derivan, muchas veces, en violencia callejera y represión indiscriminada, se acompañan de crisis de representación política, polarización y populismos de izquierda y derecha.
En todos los horizontes aparece la mirada contrastante que nos regaló Percy Shelley, cuando en 1821 y contemporáneo con la independencia de Centroamérica, escribía que “tenemos más conocimiento científico y económico del que podemos aplicar para la justa distribución de la riqueza que su aporte multiplica”.
Han pasado 202 años y aquellas palabras siguen siendo tan fiel reflejo de la realidad, como lo son hoy. Con ese alegato, Percy reprochaba el vacío de la ética social en los asuntos públicos. Matthew Desmond es más contemporáneo, pero su estudio no difiere del contraste civilizatorio de Shelly. En un reciente artículo (NYT, 9/3/2023) dijo que desde 1970, la ciencia logró el mapeo del genoma humano. También se erradicó la viruela, la tasa de mortalidad infantil bajó el 70% y en los países más avanzados la población ganó más de diez años de vida.
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Artículo publicado en Periódico La Nación, 11 de julio 2023.
La autora es investigadora de OCEX y catedrática de la UNED